Prevenir enfermedades, principalmente la mortalidad materna, es posible si colaboran todos los habitantes de las comunidades y acuden a los hospitales y puestos de salud a buscar ayuda médica, recomendó Nancy Pezzarossi, directora del Área de Salud de Santa Rosa.
En el foro denominado Mortalidad materna de Guatemala: uno de los dramas de la pobreza, celebrado en Jutiapa, Pezzarossi, señaló que de 19 mujeres fallecidas durante este año en Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa, un alto porcentaje murió por hemorragia, infecciones e intentos de aborto.
Las y los participantes en este evento, organizado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), mostraron su preocupación al conocer las cifras de muerte en el sector femenino debidas, principalmente, a la falta de precaución y a la poca voluntad de las comunidades por formar comités de vigilancia que intervengan en el traslado de estas personas a los centros hospitalarios.
Por su parte, Iris Chavarría, una de las expositoras, indicó que dar a luz debería ser alegría y no una sentencia de muerte, sin embargo la escasez de servicios sociales y la pobreza extrema interrumpen el sueño de ser madre.
La mortalidad materna refleja el desarrollo socioeconómico de las comunidades y el nivel de inequidad y desigualdad entre hombres y mujeres, razón por la cual los privilegios de salud deberían estar ubicados estratégicamente y ser accesibles a la población, agregó Chavarría.
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