La secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga, señaló que la mortalidad materna entre mujeres de 15 a 24 años de edad, ocupa un lugar relevante entre las causas de decesos de las jóvenes mexicanas.
En ese sentido, la funcionaria llamó a revisar los programas de salud reproductiva dirigidos a la población adolescente, luego de que, en apariencia, en los últimos años en México se ha logrado incrementar el uso de métodos anticonceptivos en las mujeres jóvenes unidas.
El número de nacimiento entre las jóvenes es importante –dijo- ya que se registran alrededor de 600 mil nacimientos anuales en mujeres de 20 a 24 años de edad y un poco menos de 300 mil en el caso de las jóvenes de 15 a 19.
Es de mencionar que ambos grupos presentan los mayores niveles de demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos y esto ocurre tanto en las zonas urbanas como rurales.
Los embarazos tempranos no sólo se relacionan con la mortalidad materna sino también con la neonatal, esta última, es mucho mayor entre las mujeres menores de 20 años que entre las mujeres de 20 a 34 años de edad.
Mientras que el 22 por ciento de las muertes maternas se registra en mujeres de 20 a 24 años de edad; 13 por ciento de estos fallecimientos, se concentra en las mujeres de hasta 19 años, de ahí la necesidad de insistir en el cuidado de la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes, precisó la titular de Conapo.
Zúñiga hizo notar que la fecundidad se ha reducido mucho más en los grupos de mujeres de edades más avanzadas, ello explica que las mujeres entre los 15 y los 24 años de edad, concentren el 45 por ciento de los nacimientos del país.
SE MANTIENE EL MATRIMONIO TEMPRANO
En México, el descenso de la fecundidad y el uso generalizado de métodos anticonceptivos, se asocia con una mayor participación de las mujeres en el trabajo y en los cambios muy importantes en el entorno familiar.
No obstante, en México, apenas se empieza a postergar la edad del matrimonio que se ha mantenido en edades muy tempranas, alrededor de los 21 años en promedio, lo cual nos ubica como un país de nupcialidad muy joven.
Cerca del 60 por ciento de las mujeres de generaciones anteriores estaban unidas antes de cumplir 21 años y cerca del 57 por ciento, en el caso de las mujeres de las generaciones más recientes, observó la funcionaria federal.
A las muertes de jóvenes relacionadas con el embarazo se vincula un fenómeno que en México no se ha transformado de manera notoria y que es la probabilidad de tener el primer hijo a edades tempranas, en especial un año después de la unión.
Al analizar niveles de escolaridad, el ambiente rural o urbano o los niveles de ingresos, se observa que no hay cambio y que éste es un patrón en toda la sociedad, es decir, es una cuestión cultural.
También se ha registrado un incremento de la probabilidad de tener el primer embarazo antes del matrimonio, de tal forma que en las generaciones que nacieron entre 1968 y 1972, alrededor del 17 por ciento de las mujeres tuvieron un embarazo premarital antes de cumplir los 25 años de edad.
Las mujeres más pobres del país llegan al final de su juventud a los 29 años de edad, con tres hijos en promedio, mientras que las mujeres con los mayores niveles de ingreso del país, lo hacen con menos de un hijo.
Entre las mujeres de 25 a 29 años de edad, las de menores ingresos, que representan el 38 por ciento del total, concentran más de la mitad de todos los partos de las mujeres de esa edad.
Las jóvenes -dijo Zúñiga-, viven su sexualidad más libre y menos vinculada con el matrimonio, de ahí la necesidad de garantizar información adecuada y necesaria para que vivan su sexualidad de manera sana, sin riesgos de enfermedades o de embarazo son planeados.
2005/SM/SJ
